Instrumentos musicales de la región andina colombiana
Las culturas precolombinas de la región andina fueron culturas muy evolucionadas que lograron un alto grado de desarrollo conocido no solamente gracias a los sistemas de numeración, la escritura, el calendario, la arquitectura, pero también en la música y en los instrumentos.
Los instrumentos forman parte de historia de la humanidad, ya que han asistido en la vida de las personas y junto con ellas han evolucionado y han ayudado a encontrar un equilibrio con nosotros mismos y con la naturaleza.
A continuación, presentaré algunos instrumentos colombianos que para nosotros, los europeos, pueden parecer bastante exóticos y pintorescos:
Marrana
Es un tambor de fricción con varilla fija. Es una caja de calabaza recortada con membrana de vejiga animal atravesada por una varilla de madera asegurada por dentro y por fuera. Al friccionar la varilla, su vibración es transmitida a la membrana. Se conoce en Colombia con varios nombres: zambumbia, marrana, puerca yfurruco. El origen de este instrumento en Colombia parece ser africano. Su nombre se debe a la similitud con el sonido de la marrana. A menudo posee dos orificios en decoración (ojos y boca) en forma de cabeza animal. En este instrumento se interpretan rajaleñas, sanjuaneros y bambucos colombianos.

Ocarina

Se produce de arcilla o de cerámica y generalmente posee ocho agujeros para los dedos. El orden de los tonos en una ocarina de ocho agujeros es (de derecha a izquierda) 1 re, 2 mi, 3 fa, 4 sol, 9 mi, 5 la, 6 si, 7 do. En la de cuatro agujeros es mi, sol, la y si.
La ocarina produce un sonido melódico que evoca el viento de los Andes que sopla en las quebradas de los montes o cordilleras.
Palo de lluvia

Según los mayas, el sonido de la lluvia fue el sonido de la poesía y la voz de los dioses. Por este sonido, el instrumento ha sido elegido como bastón de mando de los jerarcas mayas, aztecas y mixtecas.
Patas de cabra

Quena

La leyenda peruana cuenta que la quena reproduce con sus melodías los lamentos de los Incas y los llama a reconstruir su abatido imperio. Existe también una crónica oral que dice que un joven peruano, Camporeal, hijo de español y de india, se enamoró de María, hija de unos conquistadores. Los padres de la muchacha no permitieron el matrimonio de su hija con un joven de una clase social más baja y la obligaron a casarse con un caballero bien apuesto. Camporeal decidió dedicarse a la vida del sacerdote. Un día Camporeal encontró en Lima a su amada. Juntos tomaron la decisión de huir a las montañas y vivir en una cabaña lejos de las miradas de la gente. En poco tiempo, María falleció. Camporeal no quiso dejar el cuerpo de su amada. Lo colocó en el banco de piedra y esperó hasta que el cadáver se descompusiera. Durante estas veladas compuso un canto para ella. Cuando el cadáver se convirtió en el esqueleto, Camporeal hizo de un hueso una flauta y con ella, después de sepultar a María, en las noches evocaba el alma de su amante. Las melodías que tocaba eran tan desgarradoras que los pastores de las cercanías abandonaron la región por el miedo. La música y las palabras del canto de Camporeal son conocidas en el Perú con el nombre de manchai-puitu, es decir el cántico aterrador.
Zampoña
La zampoña es una flauta conocida también con otros nombres como siku (origen aymará significa el tubo que da sonido) o antara (origen quechua). La zampoña está compuesta por una serie de cañas cerradas en sus extremos inferiores, atadas entre sí en forma de balsa, que se soplan de manera vertical descendente por los bordes de los orificios superiores. Estos tubos forman dos hileras: una contiene 6 tubos y se denomina ira y otra posee 7 tubos y se denomina arka. Ira y arka tienen un significado místico en el mundo andino. Pueden representar al hombre y la mujer, al día y la noche, a la luz y la oscuridad, las fuerzas opuestas de la naturaleza que juntas representan la totalidad de las cosas.
Zampoña

En toda la zona andina la zampoña actúa un papel importante relacionado con ceremonias, rituales, poderes mágicos, hechizos de amor, etc.
La leyenda cuenta que el dios Pan se enamoró de la ninfa Siringa que paseaba por los bosques bailando y cazando con su arco. Un día, Pan la persiguió hasta que el río y la ninfa viéndose amenazada, pidió socorro a las náyades que la transformaron en caña. Pan, muy desconsolado, se percató de que el viento silbaba al pasar por la caña y pensó que eran los lamentos de la ninfa. Decidió cortar la caña y unir los trozos con cera. De esta forma, construyó una flauta. Según la tradición, esta flauta que podía probar la virginidad de una muchacha por su sonido, después de la muerte de Pan se conservó en la caverna de Diana. La creencia en relación con esta prueba también aparece entre los indios Kuna que usan la flauta en las ceremonias de iniciación de las niñas.
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