jueves, 26 de mayo de 2016

autoridades de usme
La captura de los hombres, que el lunes en la noche transportaban 15 kilos del explosivo amonal por la localidad de Usme, es solo la punta del iceberg que desde hace varios años viene afectando a comerciantes y empresarios por cuenta de la extorsión ejecutada por guerrilleros de las Farc, en Bogotá.
Uno de los detenidos, identificado como Orlando Rubiano Mahecha, alias ‘Michael’ o ‘Estiven’, de 35 años, se había desmovilizado del frente 26 de esa agrupación armada en el 2004, donde se desempeñaba como explosivista. Tenía una orden de captura vigente por concierto para delinquir y rebelión.
En los últimos años él empezó a hacer trabajos para el frente 53 de las Farc, especialmente en el centro del país, al punto de convertirse en el líder de la Red de Apoyo al Terrorismo (Rat) en Bogotá, de la que también hacía parte Daniel Loaiza Triana, alias el ‘Abuelo’ de 46 años, el otro capturado, quien figuraba como desmovilizado del frente 26 en el 2003.
Ambos hombres estaban radicados desde hacía por lo menos un año en una vivienda del barrio Bosa San Bernardino y recibían instrucciones de alias ‘Vicente Millán’, jefe financiero del Bloque Oriental de las Farc, y del ‘Loco Iván’, cabecilla del frente 53. “Desde zonas rurales de los municipios de Lejanías y Mesetas (Meta) estos guerrilleros llamaban a empresarios o comerciantes y los extorsionaban para conseguir altas sumas de dinero. Los que no daban esa plata eran objeto de intimidaciones con explosivos y los dos hombres capturados se encargaban de hacer esa ‘vuelta’, como dicen los delincuentes”, dijo el general Luis Eduardo Martínez, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Justamente el lunes, ‘Estiven ‘ y el ‘Abuelo’ salieron a las 6:30 p.m. desde Bosa con rumbo a Usme; abordaron un bus y se bajaron en la calle 65 Sur con carrera 1B, donde tenían previsto reunirse con una tercera persona, que iba a ser la encargada de detonar el artefacto en una fecha y un lugar aún no determinados.
El material estaba dentro de una caneca de cinco galones que, además, contenía metralla y un sistema para detonación a través de mecha lenta. Expertos de la Policía señalan que el estallido de una carga como esta puede afectar una manzana a la redonda. “Descartamos que el acto terrorista que se frustró hubiera tenido el propósito de atentar contra la ciudadanía o alguna sede gubernamental, con motivo del cumpleaños de Bogotá o de la conmemoración de la Batalla de Boyacá”, explicó Martínez.
Igualmente, el presidente Juan Manuel Santos dijo ayer que los rumores de un supuesto atentado contra el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, eran falsos.

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